HUIMANGUILLO. Es el Plan Chontalpa de la inseguridad y el miedo. Con pueblos rodeados por cañales, carreteras destruidas y sin vigilancia. Una inseguridad que palpan los vecinos y los docentes, que de las ciudades cercanas, llegan hasta ahí a prestar sus servicios a las escuelas.
Es martes y en casi todas las aulas hay bullicio. Palpita el saber. Pero no faltan las que deben a la delincuencia su silencio, la suma de más días sin aprendizaje, de inactividad que ahonda el rezago y priva a inocentes infantes de la luz del saber.
Es el caso del jardín de niños Rosaura Zapata, del poblado C-31. Casi 200 niños y sus papás han visto pasar los primeros tres días del ciclo escolar recién inaugurado sin clases, debido a que unos delincuentes se metieron a saquear la escuela durante las vacaciones.
Es el segundo robo que sufren. Esta vez los ladrones desmantela ron parte de la instalación eléctrica, rompieron un candado y una puerta y se llevaron equipo que sirve para dar mantenimiento al plantel; están sin agua desde entonces por el mismo problema.
El atraco que hubo no es un hecho aislado. En comunidades cercanas, se reportaron otras escuelas saqueadas en los días recientes. Los padres de familia del C-31 aseguran que en ese poblado son continuos los asaltos en los caminos y los robos en viviendas.
“Llamas la policía y te dicen que no tienen gasolina o que no sirven las patrullas y no llegan. A mí me tocó ver que fueron amenazar al delegado y el señor le habló y nunca llegó la patrulla porque nunca le arrancó la camioneta”, relata Rosalía de la Cruz, mientras camina con su pequeño hijo de brazo rumbo a su casa.
El martes, a lo largo del día, las mujeres con hijos en edad preescolar han llegado a hablar con los docentes; piden informes sobre cuándo iniciarán las labores, qué materiales se usarán y algunos más acuden a comprar uniformes.
Pese al problema con la energía, la planta de maestros tiene que permanecer en el plantel y cumplir su horario. Se decidió no impartir clases porque el calor dentro de las aulas, sin ventilador ni aire acondicionado, no permite trabajar con los niños.
Una situación que les preocupa por partida doble, por la afectación a la educación de los alumnos y porque lo ocurrido en la escuela deriva de la inseguridad que se refleja en las calles.
El maestro Antonio, con 26 años de servicio en el plante del preescolar, dice que el cambio de un tiempo a la fecha ha sido brutal y ha provocado una gran rotación del personal docente; ha visto cómo a la menor oportunidad sus compañeros piden su cambio, para trabajar en la ciudad.
No hace más de cuatro años a una de sus compañeras, delincuentes la despojaron de su automóvil después de salir de trabajar, cuando transitaba sobre la carretera federal, muy cerca de la ranchería Arroyo Hondo.
“Sí hay problemas, han dejado mantas con amenazas para las personas que viven aquí mismo en la comunidad”, comenta.
Por ello, expone que todos los maestros tratan de llegar y salir juntos del pueblo, no se quedan más tiempo del debido y procuran no ser ostentosos.
GOLPE A LA EDUCACIÓN
Priscila de la Cruz, quien funge como directora del jardín de niños, explica que todos se enfrentan al mismo riesgo, pero también están conscientes que es su trabajo y que deben cumplir su función.
A la par interpusieron la denuncia ante las autoridades de la Fiscalía del estado y estarán a la espera de los resultados de los trámites que efectuaron ante la Secretaría de Educación.
MIEDO EN EL AULA
La inseguridad en La Chontalpa alcanza hasta a la educación; robos a escuelas, la constante.
Jardín de niños: “Rosaura Zapata” Ubicación: Poblado C-31 Municipio: Huimanguillo
Fecha del atraco: 29 de julio
Objetos robados: Cableado y equipo para mantenimiento
- Interpusieron denuncia penal
- Iniciaron trámites ante la SETAB
INSEGURIDAD EN POBLADO
- Robo a escuelas • Robo a casas-habitación • Asaltos en caminos • Amenazas a vecinos con mantas • No hay vigilancia policial • Patrullas no acuden a llamados