La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que la reducción de la sal en los alimentos beneficia al cuerpo humano. Cuando se consume en exceso el cloruro sódico (sal), el cuerpo comenzará a detonar variaciones que podrían causar algunas enfermedades.
La OMS recomienda comer menos de 5 gramos de sal o 2,000 miligramos de sodio al día, esta cantidad en promedio evitaría posibles enfermedades crónicas.
Señales que indican el exceso en el consumo de sal
- Orinar con frecuencia es un indicio de consumo de sodio excesivo.
- Sentir sed gran parte del día se considera una señal.
- Si se inflaman los pies y las manos, se debe considerar la reducción de este sodio.
- Una ingesta elevada de sal puede provocar dolores de cabeza constante.
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Se debe tener en cuenta que si nota que se hinchan los pies y las manos, puede ser un signo de retención de líquidos, lo que en su mayoría está probado por sobrepasar los parámetros indicados del consumo de sodio.
Además, los riñones pueden verse afectados, pueden presentar problemas en su funcionamiento para liberar el sodio del cuerpo y esta situación puede traer consigo una serie de daños a la estabilidad del mismo.
¿Cuáles pueden ser los efectos colaterales del consumo de sal?
Ante la situación se debe tener en cuenta que el sistema circulatorio puede verse afectado, lo que podría causar:
- Hipertensión arterial.
- E insuficiencia cardíaca.
Alguna de las secuelas físicas y neurológicas pueden llegar a ser graves y permanentes, dentro de estos efectos colaterales se encuentran involucradas afectaciones cerebrovasculares, embolias y hemorragias cerebrales.
Principalmente, estas enfermedades se originan porque la sal dificultad el funcionamiento de los riñones.
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Asimismo, se puede iniciar con Insuficiencia Renal, puesto que ingerir mucha sal puede predisponer a la formación de piedras o cálculos renales.
Alternativas más saludables
De acuerdo con expertos, la sal que se considera la más saludable es la rosa del Himalaya, puesto que contiene niveles considerables de minerales beneficiosos y esenciales como el potasio, magnesio, calcio y cobre. Sin embargo, no es necesario solo consumir esta sal, sino considerar el consumo.
Un buen sustituto es la sal yodada, una sal común, generalmente fina, a la que se le añade yodo, el cual se pierde durante su procesamiento.
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Otra de las opciones que aparecen dentro del mercado es la sal sin sodio. Por otro lado, existen sales de grano grueso, las cuales se adhieren mejor a los alimentos, se funden mejor con el calor y ayudan a sazonar de manera más precisa sin la necesidad de utilizarla en exceso.