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Para 800 habitantes del sector La Gloria del municipio de Centro las fiestas navideñas fueron arruinadas por el paso del Frente Frío 19; están inundados, el agua les llega hasta las rodillas, los juguetes que Santa Claus llevó flotan sobre ella y el trago amargo sigue presente entre los afectados, pues recibirán de Año nuevo, ¡entre el agua!
La anegación, consideran los vecinos, fue a consecuencia de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) les retiró una bomba de desfogue el pasado tres de diciembre.
Hoy, a marchas forzadas, apenas y si pueden retirar algunos litros del agua estancada.
“Los de Conagua dijeron que esa bomba se iba a quedar aquí, pero vinieron y se la llevaron; pasamos una Navidad muy triste y no queremos pasar un Año nuevo igual, tristes”, expresó entre lágrimas Rosa Hernández.
CAMINAN ENTRE PUDRICIÓN
Señores de la tercera edad como José González tuvieron que caminar entre el agua empantanada para poder ingresar hasta sus hogares. Ana ha sido de las más afectadas, ha pasado cuatro meses sobreviviendo entre la anegación de hasta 50 centímetros, con el temor de que su enfermedad se acrecenté, ya que hasta sus decoraciones navideñas perdió.
Los juegos y quehaceres del diario se tienen que hacer con el agua a las rodillas.
PERDIERON HASTA EL ARBOLITO
“Hasta mi arbolito perdí, todo perdí, eso no te lo paga ninguno, si salvo mi colchón, mi closet, lo que más me costó, te imagina para salvar mi arbolito ¿cómo le hago?”, lamentó la señora de la tercera edad.
Trastes, basura, estufas, y demás electrodomésticos se pasean entre el agua sucia y contaminada, pues en la zona una compañía sigue derramando desechos tóxicos sobre el cuerpo de agua del cual son vecinos.
Niñas como Deysi no entienden lo que ocurre en su comunidad, en el patio de su casa dejó la bicicleta que hace unos días le regalaron, el color rosa de su vehículo resalta entre el agua verde, pantanosa, que la rodea, y que deteriora lentamente.
Esta situación ha encendido las alarmas de vecinas como Dora María, quien expuso que entre la anegación nadan animales ponzoñosos que ponen el riesgo a los niños.
Esperan que en los próximos días una bomba de desfogue pueda ayudarlos, de lo contrario temen que la situación empeore.
Los juegos y quehaceres del diario se tienen que hacer con el agua a las rodillas.
