Si ya estás listo para mudarte, pero no cuentas con un aval, debes saber que existen otras alternativas para poder cambiarte a un inmueble. Aunque hoy en día las inmobiliarias suelen solicitar un aval para iniciar con el contrato de arrendamiento, hay otras opciones.
¿Qué es un aval?
Lo primero que debes saber es que un aval es una figura legal que funge como garantía en caso de que el inquilino no pague la renta a como se tenía acordado en el contrato de arrendamiento.
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Estos se comprometen con el cumplimiento de la obligación, excepto si se establecen límites de la responsabilidad, el título de aval está regulado por el Código Civil.
¿Qué puedo hacer si no tengo aval?
En estos casos existen algunas opciones para salir del problema, lo primero es utilizar alternativas a Infonavit, por supuesto esto debe hacerse con sumo cuidado, en estos casos suelen solicitar una garantía que se basa en el monto de la subcuenta del solicitante que debe ser mayor a seis meses.
De igual forma se puede solicitar un aval bancario, es decir que tu banco sea el aval, el realizará un estudio para confirmar la capacidad de pago del usuario.
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De igual forma se puede optar por la póliza o fianza de arrendamiento, donde se utiliza una empresa afianzadora para que cubra los gastos del alquiler, en caso de que el inquilino no pueda realizar los pagos, el arrendador protege el matrimonio. Por supuesto, es importante consultar si las empresas están autorizadas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.