Tiene rato que la política, se hace a “sombrerazos”, escándalos, fuertes epítetos, y hasta con palabras altisonantes, llenas de adjetivos calificativos, y, temerariamente groseros.
Gana quien acumule más frases de ese tipo. Ya un discurso o aseveración, fundamentado, motivado; y social y políticamente razonado, parece aburrirles a las audiencias.
Se requiere el estruendo mediático, no la elegancia, neutralidad o la objetividad. Muere día a día, la buena política y la diplomacia.
En tal contexto, el Senador estadunidense, John Neely Kennedy, levantó los entrecejos de muchos mexicanos, toda vez que, con gran soberbia, comentó, durante una audiencia con Anne Milgram, Jefa de la Administración de Control de Drogas (DEA):
“Sin la gente de EU, México, hablando figurativamente, estaría comiendo comida para gatos en una lata y viviendo debajo de una carpa traspatio”.
Él, es uno de los senadores que más insiste en la propuesta de que el Ejército gringo realice una intervención en México y ese país declare a los cárteles mexicanos como terroristas.
Aprovecha bien, el apellido\u0009de la mítica familia del bienquerido expresidente John F. Kennedy, aunque no existan lazos, entre éstos y él.
John Neely Kennedy nació el 21 de noviembre de 1951, en Centreville, condado de Wilkinson, Mississippi, EU. Empero, se crio en Zachary, Luisiana. Actualmente reside en Madisonville, Louisiana, donde él y su esposa Rebecca Stulb, son fundadores de la iglesia metodista local.
Graduado, Magna Cum Laude, en Ciencias Políticas, Filosofía y Economía, de la Universidad de Vanderbilt. Fue presidente de su clase superior y fue elegido miembro de Phi Beta Kappa.
Abogado, por la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia, donde fue editor ejecutivo de “Virginia Law Review” y fue elegido miembro de la Orden de la Cofia.
Obtuvo una Licenciatura en Derecho Civil con honores de primera clase de la Universidad de Oxford (Magdalen College) en Inglaterra.
Se desempeñó como profesor adjunto en el Centro de Derecho Paul M. Hebert de la Universidad Estatal de Luisiana, de 2002 a 2016. Regularmente es voluntario como maestro sustituto en las escuelas públicas de Luisiana.
Inició su vida política en 1988, cuando fue asesor del gobernador de Luisiana, Buddy Roemer, para después convertirse en tesorero, durante cinco mandatos, del mismo Estado.
Fue secretario del Departamento de Hacienda, secretario del gabinete del gobernador Roemer, así como abogado y socio en el bufete de abogados Chaffe McCall de Baton Rouge y Nueva Orleans. Fue demócrata, hasta que se convirtió en republicano, en 2007.
Kennedy fue elegido por primera vez para el Senado, en 2016, con el Partido Republicano. Prestó juramento el 3 de enero de 2017.
Ganó la reelección al Senado, el 8 de noviembre de 2022. Su actual mandato finalizará el 3 de enero de 2029.
La primera respuesta mexicana, llegó de Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores:
“México es un país grande, digno y soberano, senador Kennedy. No somos traspatio de nadie. Rechazamos cualquier acción de intervencionismo y exigimos con firmeza el respeto que merecemos como el socio económico y aliado más importante de Estados Unidos”.
El Canciller Marcelo Ebrard, acusó que los señalamientos del senador no son más que una posición minoritaria y “electorera”, la cual busca obtener protagonismo ofendiendo a otros:
“Yo lo que le diría, es que es una persona non grata en México, nosotros no nos rebajamos a ese nivel, nosotros respetamos a los Estados Unidos, somos dos países aliados.
A mí se me hace un señor ignorante, racista, le debería dar vergüenza ser senador, y por supuesto que vamos a defender a nuestro país en todos los foros…”.
El presidente López Obrador condenó las declaraciones del senador. Incluso, llamó a paisanos y latinos, para que no voten en las próximas elecciones en la Unión Americana “por personas con esta mentalidad, muy prepotentes, muy ofensivos, muy majaderos”.
“… no quiero ni siquiera usar el apellido, porque nosotros tenemos en México muy buena imagen de John F. Kennedy y de su familia, porque mantuvo una relación de respeto con México”.