Una historia de amistad que comenzó en los años 90, reúne a los actores y comediantes Adrián Uribe y Consuelo Duval en la pantalla grande, dejando atrás aquellos personajes que los volvieron icónicos en el mundo de la televisión, Vitor y Nacaranda, ahora llevan esa amistad al matrimonio.
Matrimonio que atraviesa por una crisis, después de años de casados, ya no se soportan, así es como comienza la trama de su nueva película Infelices para siempre, una comedia dramática dirigida por Noé Santillán-López, que busca dejar un mensaje en torno a las relaciones de pareja y el poder que tienen los hijos en ella.
Duval experimenta por primera vez el rol del mundo del cine, “y es que siempre hubo quien me dijo que no podía, que los actores de la televisión no estábamos para el cine, hasta que me quite esa idea y me aventure a cumplir un sueño más. Hoy hay una mayor apertura por parte de todos y se están acabando esos tabúes”, declaró la actriz en entrevista.
La idea central no es nueva, ya que hablar de matrimonio o de la familia, es algo que se cuenta casi en todas las historias, “aunque tratamos de darle el enfoque de que eso siga prevaleciendo a pesar de las circunstancias y que a veces la monotonía, puede acabar con lo que es verdaderamente importante”, narró Uribe.
María José y Alfredo están por cumplir 20 años de casados y ya no se soportan. Juntando sus ahorros, sus hijos les regalan un viaje a Puerto Peñasco al mismo hotel en donde celebraron su Luna de Miel. Sin embargo, un hechizo hará que repitan una y otra vez el día de su aniversario hasta que recuerden las razones por las que se casaron.
“Esto también tiene mucho que ver con sanar las relaciones, sanarnos nosotros como personas y ver que a veces hay o no segundas oportunidades, pero eso sí, nadie puede quedarse atado por el tema de los hijos, eso no debe ser un impedimento para quedarse en un sitio donde a veces, no hay más que hacer”, compartió Duval.
Mientras que su entrañable compañero de aventuras dijo: “Hay que seguir llevando historias reales a la pantalla, siempre agregando el toque de comedia, es más aceptable que el público con un poco de risa pueda analizar las situaciones de una manera distinta”.
Aunque el guion y los protagonistas aseguran una divertida historia, no es una comedia en la que el espectador esté a carcajadas, incluso resulta ser un poco tediosa por la cantidad de escenas que se repiten y que inclusive, suele ser más de la mitad de la proyección con esos bucles del tiempo.
La cinta llegará a la pantalla a partir del 26 de enero.