Francisco Laresgoiti rinde tributo a corto ganador del Oscar – El Heraldo de Tabasco

Hace poco más de 50 años, en 1972, el cortometraje Centinelas del silencio, dirigido por Robert Amram y producido por Manuel Arango, recibió dos premios Oscar, como Mejor Cortometraje, y Mejor Documental Corto.

Con tomas novedosas para la época, y muy bien hechas para haber sido captadas desde un helicóptero, aquel filme documentó como nunca se había podido lograr, varios de los sitios arqueológicos más importantes de México.

Ahora, como un homenaje aquella audacia cinematográfica, el director Francisco Laresgoiti y el productor Mike Bonilla, en su nuevo filme Santuarios del infinito han revisitado esos lugares, pero ahora ayudados con el uso de nuevas tecnologías y nuevas vistas narrativas, con la colaboración del historiador Antonio Saborit, la voz de la cantante Lila Downs y la música del compositor Jorge Reyes.

“Creo que Centinelas del silencio es una pieza que se hizo con mucho talento y agallas para su momento. Tener un helicóptero en los sitios arqueológicos y acercarse como lo hicieron fue una hazaña nada sencilla de lograr.

“Si bien hoy con los drones nuestra mente está más acostumbrada a ver tomas desde el aire, en ese entonces ellos fueron pioneros en ver nuevos ángulos y perspectivas. Recuerdo que en charlas con Robert, me comentó que ellos buscaban acercase lo más que se pudiera a las piezas, pero logrando los movimientos con mucha seguridad. Ellos crearon una pieza muy moderna para su época”, asegura en el director Francisco Laresgoiti, experto en fotografía aérea.

LAS ZONAS ARQUEOLÓGICAS SON CULTURA VIVA

Con la intención de retratar de forma orgánica y evocando los elementos del agua, la tierra, el aire y el fuego, Santuarios del infinito ofrece una visión poética y actualizada de las zonas arqueológicas de Tulum, en Quintana Roo; Chichén Itzá y Uxmal, en Yucatán; Palenque, en Chiapas; Calakmul, en Campeche; Teotihuacán, en el Estado de México; Monte Albán, en Oaxaca, y Paquimé, en Chihuahua.

El productor Mike Bonilla, comenta que el documental busca acercar al público más amplio, pero con especial interés a las nuevas generaciones, al patrimonio cultural de México, el cual se encuentra aún en constante cambio geográfico y es susceptible a nuevas interpretaciones.

“Hay que entender que estos sitios no son ruinas ni espacios en escombros, sino que están vivos, pues la historia en sí es materia viva. También hay que comprender que gracias a la nueva tecnología, según las personas que trabajan en esos lugares, se renuevan las narrativas, hay nuevas pistas y nuevos vestigios, que nos hablan de cómo vivieron esos pueblos”.

ALGUNAS PARTICULARIDADES

En cuanto a los colaboradores en la manufactura de esta película Francisco Laresgoiti explica que un factor que fue crucial para la edición de la película fue la selección musical que se hizo de la obre del maestro Jorge Reyes, cuya calidad el director calificó como “totalmente ancestral”, pues Reyes, al recuperar sonidos prehispánicos y combinarlos con música digital, fue “un maestro de la exploración y la experimentación sonora”.

De la participación Saborit, Mike Bonilla detalla que fue una labor de profunda investigación y apreciación estética, que el investigador comenzó viendo la obra original de 1971; labor que ensambló bien con la personalidad de la cantante Lila Downs, quien fue invitada, por su compromiso para difundir la cultura de México dentro y fuera del país.

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“Por su puesto que queremos detonar la visita a estos sitios arqueológicos, pero sobre que nos valoremos y nos sintamos orgullosos. Creemos que hay que empezar a cambiar las perspectivas que tenemos del país y no solamente hacer series de narcotráfico, política y corrupción. México tiene cosas increíbles, tiene mucho valor y elementos positivos que ahí están y sólo hay que ir por ellas”, concluye.

Próximamente, también se lanzará un documental hermano que arrojará luz en el modo en que ambas producciones fueron realizadas, para poner en contraste y dar valor a los méritos y avances que se han logrado tras 50 años.

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