Es un deber salir adelante con mi hijo porque lo amo: David Ramírez Sánchez

Una larga travesía es la que ha vivido a sus 16 años Ever David Ramírez Sánchez a lado de su papá David Ramírez Chablé, de 40 años de edad.

Como algunos padres, pocos según su conocimiento como refiere el mismo Ramírez Chablé, se ha encargado de su hijo, pues lo habitual en que la crianza recaiga en la mamá, una vez que el vínculo familiar se desintegra.

Pero esta no es la historia de David y Ever. Luego de unos años de matrimonio su familia se desintegró y el pequeño de sólo cinco años se fue a vivir con su mamá al estado de Veracruz. En Minatitlán estuvo residiendo en compañía de su mamá, de nombre Mónica y así fue la dinámica familiar de una familia fragmentada en donde el menor era visitado por su padre y era él quien se encargaba de cubrir las necesidades económicas y afectivas a pesar de la distancia.

Después de un tiempo, el menor comenzó a manifestar que era víctima de violencia, por lo tanto el papá se dio a la tarea de velar por la integridad de su hijo y con todo el apoyo de la ley, gestionó la patria potestad del menor de edad.

“El niño sufría violencia familiar porque su mamá tenía otra pareja. Había maltratos, malos ejemplos que involucraban malas palabras. Su mamá tenía problemas de alcoholismo y pues Ever no era feliz y tampoco merecía seguir viviendo en un ambiente así”, explica Ramírez Chablé.

Pasar por una adolescencia es complicado y con los antecedentes del menor fue aún más, pero con mucho amor y dedicación, además de la ayuda profesional adecuada el joven logró superar esa etapa complicada en su vida.

“Ever llevó acompañamiento psicológico, yo también para poder ayudarlo. La familia conformada por sus abuelitos y primos también fueron parte importante de este proceso”, puntualizó en entrevista para Novedades de Tabasco, David Ramírez.
Con un hijo que mantener y educar, la vida de David Ramírez Chablé cambió para bien pues asegura que ahora es más feliz al saber que su hijo está siendo educado con amor, con buenos hábitos en una familia que lo cuida.

“Hemos funcionado bien él y yo. Al principio, como todo, se nos complicó adaptarnos pero fuimos encajando y trabajando en equipo. Ahora cada uno tiene una dinámica establecida y con 16 años que tiene mi hijo estoy y me siento orgulloso del joven que he educado”, finaliza.

Ever lleva una vida de estudiante y como tal tiene sus actividades; por la mañana estudia, en la tarde entrena en el equipo de voleibol de su escuela y los fines de semana se dedica a disfrutar a su familia y a su novia, asegura su padre.

“Ahora que mi hijo está descubriendo lo que son las relaciones de pareja, yo quiero que él sepa que no todas las familias son así y que no se vaya a quedar con nada malo en su corazón. Le he aconsejado que sea un buen joven con las niñas que pretende y así espero que se comporte”, menciona su papá.

Puntualiza que en este Día del Padre, el envía un mensaje a los padres para que sean responsables de sus hijos, pues el amor se demuestra no solo con palabras sino con hechos. Y los invita a que pasen con ellos tiempo de calidad para crear ciudadanos ejemplares.

Actualmente Ever estudia la preparatoria y tiene planes de seguirse preparando y con la ayuda de su padre poder entrar a la universidad y ser un gran profesionista.

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