Desmantelado, sin puerta principal ni ventanas, así se encuentra actualmente el Centro de Atención de Pequeñas Especies (CAPE) el cual fue abandonado por las autoridades del municipio. Aun y cuando apenas el año pasado, la alcaldesa Yolanda Osuna habló de un posible rescate de la conocida como “perrera” en la ranchería Lázaro Cárdenas en el municipio de Centro, esto se va cada día más difícil.
Lo único rescatable que ha quedado en perfectas condiciones es cartel de la coordinación de Salud, en el cual se tiene el costo de los diferentes servicios que prestaban.
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Estos iban desde una vacuna antirrábica la cual era gratuita, consultas veterinarias a un costo de 50 pesos, vacuna múltiple a 100 pesos, desparasitación para animales de 20 kilogramos o más por 100 pesos, en tanto que los ejemplares menores de 20 kilos pagaban únicamente 50 pesos. La esterilización era lo más caro,\u0010 con un pago de 400 pesos.
Al ingresar a este lugar, que se encuentra en ruinas, se pudo corroborar que se presta más a la delincuencia, ya que si bien ya no hay nada de valor, ahí se podría cometer otra fechoría. Aún quedan algunas jaulas, donde perros y gatos eran colocados para practicarles alguna cirugía, o de plano fueron sacrificados.
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En los últimos meses las autoridades no han vuelto a tocar el tema, esto ante la necesidad de un centro como el que ya existió y que fue decayendo ante la falta de interés de las autoridades. Fue en mayo del 2017, en la administración de Gerardo Gaudiano, cuando se reabrió el Centro de Atención de Pequeñas Especies; hoy a seis años de distancia ya no existe.