EL Espejo, donde se vivió la última corrida

De acuerdo al historiador, Ricardo de la Peña Marshall, la fundación de estas demarcaciones no va más allá de los años 90, porque se fueron formando luego de la continuación del periférico Carlos Pellicer Cámara

Villahermosa

En la cima de la prolongación de 27 de Febrero, casi esquina con la avenida “Adolfo Ruiz Cortines”, aun se aprecian los vestigios de la colosal construcción que albergó a la Plaza de Toros Villahermosa, el símbolo más representativo de las colonias Espejos I y II, la cual dijo adiós a la tauromaquia en marzo del 2009.

Sobre la fundación de las citadas colonias, de acuerdo al historiador Ricardo de la Peña Marshall, no va más allá de los años 90, porque ambos desarrollos se iniciaron luego de la construcción del periférico Carlos Pellicer Cámara.

Señala que justo por ese lugar atraviesa un arroyo que llega hasta la colonia Carrizal. “Antiguamente ese sitio lugar era un enorme rancho el cual fue asentado por primera vez en unas escrituras públicas que datan de 1884”.

Con una población de más de 10 mil habitantes, estas colonias populares han ido ganando plusvalía, gracias a que se encuentran bordeadas de plazas imponentes comerciales, conjuntos residenciales hoteles y distribuidoras de automóviles, según señala al reportero la delegada municipal, Adelina Jiménez Méndez.

Estas colonias se encuentran pegadas a Tabasco 2000 y Atasta de Serra, muy cerca del corredor hotelero, del Parque Tabasco Dora María y de la Plaza Mallorca.

Si bien está limitada por vialidades de concreto hidráulico, el ambiente en sus calles es deprimente, ya que hay mucho bache y registros sin tapas; incluso, falla constantemente el alumbrado público.

La delegada municipal reconoció que, si antes el lugar era reconocido como uno de los sitios más inseguros debido a la presencia de muchas pandillas, hoy es un terreno seguro por la presencia policiaca.

HISTORIA TAURINA

La Plaza de Toros Villahermosa, inaugurada en 1979 por el entonces gobernador Leandro Rovirosa Wade, hoy se encuentra abandonada y en pleno deterioro, aunque en la historia queda registrado como uno de las seis construcciones que tuvo Tabasco donde se celebraban corridas de toros.

De la Peña Marshall, comenta que una de las plazas de toros más antiguas que tuvo la entidad fue la llamada “La Lidia”, situada en un playón de Villahermosa y administrada por los hermanos Suárez Narváez.

El playón era a como se nombraba a una enorme extensión de tierra que se encontraba en el centro de la ciudad frente al río Grijalva y en tiempo de secas se usaba como pista de aterrizaje, se realizaban corridas de toros, se establecían circos, se organizaban juegos de pelota y pastaban vacas lecheras.

El playón comenzaba en la entrada del arroyo del Jícaro -hoy desaparecido- y ocupaba el área de lo que hoy son las avenidas y calles de José María Pino Suárez, Constitución, Zaragoza y Gregorio Méndez.

En la capital, según se asienta en el libro “Tabasco a dos tiempos”, operó también la plaza de toros “Tapijulapa”, la cual se encontraba entre la enorme ceiba y la colonia Atasta de Serra.

De la misma manera existió la plaza de toros “Centenario”, esta se encontraba a la izquierda del camino de Atasta frente al cementerio general. Se tiene conocimiento que un novillero conocido como “carnicerito” falleció allí por las heridas que le propinó un toro. Esto debió haber sido entre 1900 y 1914.

En esa época eran conocidos dos novilleros jóvenes llamados Samuel Solís y Cayetano González. Samuel Solís fue condiscípulo de Gaona, su estilo era elegante, fino, al contrario de Cayetano que era temerario, no muy elegante, pero con coraje. Rafael Domínguez narra en su libro “Tierra Mía”, que eran intensas las tardes en que participaban y había ocasiones que se armaban pleitos en los que volaban cojines y abundaban los insultos.

Otro monumento fue la plaza de Cayetano González. El 16 de febrero de 1912 el ayuntamiento autorizó a don Manuel Romano León construir una plaza de toros en el barrio de Santa Cruz, que se elaboró de madera y fue construida por el carpintero Concepción Lezama, con la dirección del ingeniero Antonio N. Martínez.

Esta plaza de toros se localizó en la 3era avenida del Grijalva, se terminó en una semana y se inauguró con una encerrona a entrada gratis y diez corridas normales el 29 de marzo solicitó permiso para otras.

Doña Edith Matus de Sumohano menciona en su libro “Lo que el tiempo quiere olvidar” que esa plaza de toros que se situaba en el playón, a la altura donde se encontraba el puente Grijalva, contaba con ganadería con toros de lidia como la de “San Cayetano” del señor Romeo Padrón Wade de Teapa, Tabasco.

Más tarde, el primero de abril de 1979, el entonces gobernador Leandro Rovirosa Wade inauguró la plaza de toros de Villahermosa en el marco de la feria Tabasco.

El cartel fue compuesto por grandes figuras del toreo: Manolo Martínez, Eloy Cavazos y ‘Curro’ Rivera, quienes enfrentaron seis ejemplares de 500 kilos en los lomos provenientes de la ganadería de San Martín, propiedad de los productores mexicanos José Chafik y Marcelino Miaja.

La “monumental” de Villahermosa tenía una capacidad aproximada de 12 mil personas y llegó a registrar llenos totales que llevaron a colocar anuncios de: “No hay boletos”. Su último evento fue en marzo de 2009. Fue cerrada y dejada en el abandono.

UBICACIÓN CERCA DE:

  • Tabasco 2000
  • Atasta de Serra,
  • Parque Tabasco Dora María
  • Plaza Mallorca

La Plaza de Toros Villahermosa tuvo su último evento en 2009

Pese a tener una buena ubicación, las calles interiores lucen deterioradas

El tráfico siempre es intenso en su acceso principal

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