Batallan con acosadores en el transporte

“En una ocasión cuando viajaba de la universidad a mi casa, una persona se sentó alado mío y empezó a toquetearme (…) es muy frecuente sufrir el acoso” narró Karla, una de las víctimas de acoso u hostigamiento sexual en el transporte público en Villahermosa.

Las agresiones más recurrentes son “tocamientos, fotografías sin consentimiento, muestra de genitales, fricción de genitales y majaderías sexuales”. Este tipo de violencia impacta directamente en el desempeño laboral de las mujeres, destaca el especialista en psicología Romeo Vasconcelos.

“SE ME RESTREGÓ EN LA COMBI, GRITÉ Y NADIE ME AYUDÓ”

Lucía tenía 18 años cuando se dirigía a la universidad. Llevaba puesto un pantalón negro de pana y era de las primeras veces que se iba sola a la escuela. Recuerda que tomó la combi que la dejaría cerca de la escuela, era casi la hora pico y tuvo que ir parada durante un gran trecho del trayecto. Cerca de mí iban dos personas con facha de albañiles, reveló.

“De repente uno de esos señores pidió la parada, pero antes de bajar para que pudiera pasar se pegó a mis glúteos de una manera que sentí que invadió mi espacio vital, en realidad no bajó de la combi, se quedó parado junto a mí y cada vez que la combi frenaba él sujeto se arrimaba más a mi, hasta que me harté y le dije ¿ qué le pasa?, pero nadie me ayudó, todos en la unidad me ignoraron.

“SE SENTÓ A MI LADO Y VENÍA TOCÁNDOSE”

Jimena también fue víctima de acoso sexual una vez que se dirigía de Cárdenas al centro de la ciudad. Ella comenta que iba sentada en el asiento que da a la ventana de la combi cuando un hombre se sentó a su lado a pesar de que había más lugares vacíos, el sujeto traía como unas carpetas y una mochila que se puso sobre las piernas.

“Yo comienzo a notar que el muchacho venía moviéndose, volteo de reojo y el chico se estaba tocando al lado mío, agitando su miembro. Lo que yo hice fue quedar en shock, pero ya quedaban como dos semáforos para que me bajara. Cuando me tenía que bajar lo empujé y le grité ¡cerdo!.

“NOS COMEN CON MIRADAS, ES OFENSIVO”

Marcela Vázquez expresó que “la verdad es que casi siempre nos sentimos acosadas, se llega a sentir sobre todo las miradas, nos comen, y pues al menos con mi amiga nos damos cuenta que vamos pasando y voltean a ver”.

Su amiga, de nombre Catherine, expresó que pese a sentir incomodidad por miradas o actos de hostigamiento llegan preferir ignorar dichos actos, teniendo que acostumbrarse a ser violentadas al no poder hacer lo suficiente para defenderse.

“Yo creo que ya hasta a veces nos acostumbramos a que la gente sea así y solamente ignoramos aunque si nos sintamos incomodas”, indicó.

La mayoría de los datos sobre este problema están centrados en las combis o camionetas Vans donde muchas veces van a tope y con ese pretexto se rozan las piernas o el busto, dicen las entrevistadas.

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