Uno de los productos más socorridos de la banca en México son las bancas en línea o apps móviles, pues mediante estas plataformas es posible transferir efectivo a otras cuentas sin la necesidad de acudir a la ventanilla de un banco, lo que implicaría un mayor tiempo invertido al tener que trasladarse y posteriormente hacer fila en espera de ser atendido por un ejecutivo.
Pero todos estos no funcionan solos, re encuentran regulados por el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) que es un sistema desarrollado y operado por el Banco de México (Banxico), y el cual permite realizar estas transacciones en sólo segundos, mismo que recientemente flexibilizó sus reglas de operación, por lo que aquí te contamos de que van estas normas.
¿En qué consisten los cambios en las reglas de funcionamiento del SPEI?
Según informó el Banxico, estas nuevas reglas se encuentran enfocadas a sistemas de pagos electrónicos, dentro de los que figuran bancos, casas de bolsa y otros, con la finalidad de mantener el buen funcionamiento de los sistemas de pagos, además de promover el sano desarrollo del sistema financiero y aunque entrarían en vigor desde el 15 de diciembre, posteriormente se extendió hasta el 19 de junio de 2023.
Los dos puntos de modificación en estas normas son el “Incremento en los límites para obligar a los participantes directos a conectarse directamente”, así como la creación de “Mecanismos para el cambio de CLABES hasta ser participantes directos”, los cuales buscan que participantes indirectos tengan la posibilidad de conectar sus servicios al SPEI.
Cabe puntualizar que los únicos requisitos que deben cubrir los interesados en formar parte de esta red son contar con más de 500 mil clientes, recibir más de 3 millones de pesos en transferencias durante el año, además de que sus operaciones en general deben superar los 32 mil 400 millones de pesos, determinaciones en las que incluso participó la plataforma de tecnología financiera Fintech.
¿Qué es el SPEI?
El SPEI es una plataforma que entró en funcionamiento el 13 de agosto del 2004 y fue creado para la realización de transferencias de fondos entre instituciones financieras, llevando consigo la información que indica si un cliente ordenó un pago y finalmente informar al receptor que acredite la llegada del recurso para alguno de sus clientes, proceso que tarda sólo diez segundos.
En cuanto a la seguridad de este sistema, se trata de mensajes firmados digitalmente a través de certificados digitales y claves otorgadas a personas autorizadas, todo a través de un protocolo abierto que permite a las instituciones participantes el automatizar los procesos, con lo que incluso se pueden rechazar sobregiros en las cuentas de las empresas financieras
Finalmente, el funcionamiento de este sistema se encuentra bajo la supervisión del Banco de México, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas, así como la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, siendo las instituciones financieras quienes sólo realizan un pago fijo al Banco de México para hacer uso de los sistemas.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla
