Gonzalo está a punto de perder los beneficios del programa Sembrando Vida, por culpa de Pemex, pues una fuga de petróleo que afectó sus tierras provocó la muerte de cientos de árboles y plantas, algunas de las cuales estaban ya en producción.
El derrame se registró hace cinco meses en un terrenos aledaños a su propiedad, ubicada en el ejido Alvarado, sector La Raya, perteneciente a la ranchería La Huasteca, segunda sección del municipio de Centro, pero por escurrimientos generados por las lluvias, el crudo se esparció por los pastizales y pantanos hasta contaminar el manto freático.
“Las plantas de achiote, el maíz que ya estábamos cosechando comenzaron a morir y de ahí vino la mortandad de las plantas de árboles maderables, se marchitaron las hojas, se pudrieron las raíces, los tallos y se secaron”, denunció.
CINCO FUGAS
La tubería que ocasionó el problema transporta crudo desde los pozos Agave y no es la primera vez que ha causado fugas. Gonzalo recuerda por lo menos cinco y todas con consecuencias terribles para los ejidatarios de la zona.
Ahora que están incorporados a Sembrando Vida, el daño ha sido más grave, pues para permanecer en el necesitan acreditar que tienen sembrados 3 mil 500 árboles y si una vez se haga la supervisión, no se logran acreditar, dejará de recibir los pagos del programa federal.
Por si fuera poco, en sus terrenos se encuentra el vivero del programa, del cual dependen 15 sembradores más, que también podrían verse perjudicados por los efectos colaterales de la contaminación.
Hasta ahora son 2 hectáreas las directamente afectadas por la fuga, en tanto que se calcula que unas 6 mil plantas se han perdido.
“Uno va y les reclama a Pemex y lo que te dicen es que por estar en Sembrando Vida no nos pueden pagar por las afectaciones, cuando claramente estamos hablando de cosas diferentes, además que nuestro trabajo debe de contar”, expuso Raquel Ríos, dedicada a la siembra de achiote.
REPARACIÓN DE DAÑOS
Los campesinos exigen a Pemex que realice de inmediato la sustitución del ducto dañado, pues aseguran que ya no sirve y por ello de forma continúa se presentan fugas.
“Nuestras tierras están quedando infértiles, aquí nosotros estábamos sembrando maíz, cacao, melón y solo una vez cosechamos bien, todo se nos dio y ahora con este problema del derrame de petróleo han sido puras pérdidas”, señaló Raquel.
Los campesinos de la zona reclaman a la petrolera que se termine con la recolección y limpieza del crudo derramado, ya que desde hace semanas solo una cuadrilla conformada por cuatro obreros acude al lugar donde se presentó el siniestro.
