Tabasqueños culpan de sus males a la brujería

En Tabasco 5 de cada 10 personas asegura creer en los embrujos y no rechazan la posibilidad de haber sido víctima de algún tipo de brujería o hechizo.

Mayra N, relató haber sido víctima de hechizo cuando tenía 36 años, el ‘maleficio’ se lo hizo una vecina que le tenía envidia.

Mayra refiere que logró establecer su propia estética en la colonia Gaviotas“Todo muy modesto porque iba empezando pero poco a poco gracias a Dios nos fueron cayendo clientas hasta que de un día para otro todo cambió de golpe”, recuerda.

Ella recuerda que una de las cosas que empezó a percibir era la falta de clientes, las pocas vecinas que llegaban ya no lo hacían, as plantas que tenía para decorar su espacio se fueron llenando de plaga hasta morir y su perrito que permanecía adentro se enfermó.

“El dinero no me rendía, siempre tenía algo imprevisto qué pagar, se empezaron a descomponer las cosas eléctricas, y luego el perrito que dormía ahí por el clima se empezó a enfermar, de verdad ya no sabía qué hacer”, añadió.

Fue hasta que su comadre, le comentó de un brujo que hacía limpias de fuego en Tamulté que se animó a ir pensando que quizás era solo una mala racha pero se sorprendió cuando no fue así.

“Me leyó el fuego y me dijo como era la persona que no me quería ver avanzar, pero muchas personas llegan ahí que no sospeché, me dijo que pusiera unas cosas en mi local y que la primer persona que supiera que estaba enferma esa sería. Lo hice y puse una cámara con ayuda de un amigo, era mi vecina que tiraba unos líquidos y efectivamente a los pocos días enfermó”.

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“CASI ME VUELVO LOCO POR UN AMARRE”

“Empezaba despertarme varias veces en la madrugada, siempre andaba muy cansado y escuchaba la voz de ella o sentía su olor, me ponía muy agresivo con las demás personas y sufría una depresión que no sé de donde venía porque no tenía problemas con nadie”, explicó Julio “N” de 35 años quien hace cinco experimentó los efectos de un “amarre de amor”.

Aunque estaba incrédulo a todo lo que tenía que ver con esoterismo, Julio fue a visitar a un brujo de Tamulté quien lo revisó únicamente pasando sus manos por encima de él sin tocarlo y posteriormente leyéndole el fuego con unas hiervas.

“Cuando empezó a decirme que me dolían ciertas partes del cuerpo y la descripción de mi ex novia y mi vida sentimental, me quedé impresionado, me dijo que esas partes de mi cuerpo dolían porque ella me hizo un amarre y justo en esa zona mi muñeco tenía agujas”, señaló.

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