Para fortalecer la sensibilización a favor de la igualdad de género y prevención de la violencia, el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM) celebró el circulo de reflexión: “Cultura de buen trato”, que tiene como objetivo, fomentar una convivencia basada en relaciones de mayor armonía y respeto entre mujeres y hombres.
Como parte de las capacitaciones en perspectiva de género, Ana Ysabel Ramón de la Cruz, jefa del departamento de Gestión Municipal del IEM, señaló que la cultura del buen trato radica en construir un entorno en el que se garanticen los derechos de todos y en el que las personas puedan participar, desarrollarse y crecer, conscientes de la labor y compromiso con la protección real y el cuidado mutuo.
Precisó que el buen trato es una acción propositiva y reeducativa, que permite construir soluciones y desarrollar actitudes para la convivencia justa y respetuosa; además, de contrarrestar la opresión y la violencia de género.
“La cultura del buen trato inicia con el buen trato hacia nosotros. Si nos exigimos darnos a nosotros mismos un buen trato, no vamos a permitir que otros y otras nos den un maltrato, nos violenten u opriman, de esta manera nuestra vida está más en nuestras manos, responsabilizándonos por nuestro bienestar”, puntualizó.
En este sentido, invitó a los participantes presentes en el círculo de reflexión y a la sociedad en general, a realizar un análisis y reflexión colectiva para generar cambios en lo personal, familiar y laboral.
Ramón de la Cruz, citó que, para adoptar una cultura de buen trato, es necesario abandonar todas las actitudes que promuevan violencia, desigualdad, abusos, sexismo, individualismo, discriminación, impunidad y desequilibrios; y por el contrario, hacer nuestras actitudes positivas como la negociación, saber escuchar, dialogar, justeza, equidad, autocrítica, apertura, diversidad e inclusión.
Agregó que una cultura de buen trato, permite a la persona desarrollar una conciencia en alerta, asertividad, empatía, aprecio por uno mismo y los demás, así como aceptación de lo que es, sin desmeritar la dignidad de los demás.
Asimismo, permite tomar como principio de vida la justeza y la equidad, respeto profundo por la diversidad, reconciliación y resolución no violenta de los conflictos.
Convencida que la cultura del buen trato permitirá una sociedad con menos violencia y mayor bienestar, Ana Ysabel Ramón de la Cruz, exhortó a trabajar en la aceptación de las ideas y opiniones de los demás, respetar los valores y reglas sociales, aprender a dar y recibir, a ser empático y ayudar a los demás; a cultivar la autoconfianza, el autorespeto y la autoestima y principalmente, a amarse a uno mismo.